¿Sabías que los animales son capaces de “automedicarse” eligiendo ciertas plantas o aceites por instinto? A esto se le llama zoofarmacognosis, una práctica cada vez más conocida en el mundo del bienestar animal. En esta guía descubrirás qué es, cómo funciona, en qué especies se aplica y qué beneficios puede ofrecer. Si buscas una alternativa natural y respetuosa con el animal, este es tu lugar.
¿Qué es la zoofarmacognosis?
La zoofarmacognosis (del griego “zoo” = animal, “pharma” = fármaco, “gnosis” = conocimiento) es el estudio de cómo los animales seleccionan sustancias naturales para aliviar dolencias físicas o emocionales. No es magia: es instinto.
Puntos clave:
- No sustituye al veterinario, pero puede apoyar procesos de curación.
- Nace de la observación de animales salvajes (chimpancés, elefantes…).
- Se ha adaptado como terapia complementaria para animales domésticos.
¿Cómo funciona?
En una sesión guiada o en libertad supervisada, los animales huelen, lamen, comen o se frotan con determinadas plantas, aceites o minerales. Ellos deciden. El humano observa.
Remedios usados:
- 🌿 Aceites esenciales
- 💧 Hidrolatos
- 🌱 Hierbas secas o frescas
- 🧂 Arcillas, sales, polvos vegetales
¿En qué animales se aplica?
Todos los animales tienen esta capacidad, se aplica sobre todo en:
- Perros → ansiedad, dolor muscular, digestiones.
- Gatos → miedos, adaptación a cambios, relajación.
- Caballos → tensión, lesiones, contacto emocional.
Pero también hemos hecho sesiones con conejos, hurones, burros, cerdos…
Beneficios principales
- Reducción del estrés.
- Mejora de dolencias físicas leves.
- Refuerzo del vínculo humano-animal.
- Enfoque respetuoso y no invasivo.
- Estimula la autonomía del animal.
¿Es seguro? Precauciones
Sí, cuando se aplica con conocimiento. No todo lo natural es seguro. Algunos aceites o hierbas pueden ser tóxicos si no se presentan correctamente.
Consejos:
- Ofrecer, nunca forzar.
- Calidad terapéutica en los productos.
- Supervisar y conocer al animal.
- Nunca sustituir tratamiento veterinario.
¿Quién puede practicarla?
Cualquier persona interesada en el bienestar animal. Puedes empezar desde casa con guías fiables, cursos o acompañamiento profesional.
Conclusión
La zoofarmacognosis no es una moda, es volver a confiar en el instinto animal. Es observar, acompañar y permitir que nuestros compañeros recuperen su sabiduría natural.